miércoles, 4 de junio de 2014

Autoestima= confianza + seguridad



La construcción del sentimiento de seguridad comienza en los primeros períodos de vida, a partir de los momentos iniciales de contacto.
La seguridad y confianza a partir de las cuales se construye la autoestima se encuentra influenciada por las experiencias de bienestar del bebe.
Este bienestar se desarrolla principalmente a través de la sintonía que se construya en la relación del bebe con su cuidador, el cual debe detectar y responder de manera sensible y empática frente a las señales del niño.
A partir de esto es posible construir un vinculo solido y estable que brinde al niño la posibilidad de contar con base segura a partir de la cual desenvolverse en su medio.
Las representaciones que se tengan de uno mismo se encuentran muy influenciadas por la relación con los otros y lo que las personas proyecten sobre el niño.
La imagen que se construya de uno mismo responde al grado en que ha sido querido y valorado por las personas que lo rodean. Por esto es importante mantener un adecuado contacto afectivo con el niño, tanto físico como verbal, y confiar en sus capacidades a fin de fomentar el fortalecimiento del aprecio por si mismo.
Es importante brindar a los niños la oportunidad de conocerse e identificar sus habilidades por medio de la exploración y el movimiento libre. El emplear sus propias capacidades les permitirá percibirse como sujetos capaces de enfrentarse y resolver diferentes situaciones,
En resumen podría decirse que la autoestima depende de una serie de factores: Los mensajes que se reciben, los retos a los que uno logra enfrentarse, los juicios sobre uno mismo, el desarrollo de las habilidades, las pautas de crianza de los padres, los modelos de otros y los ambientes por los que se desenvuelven, entre otros.

¿Qué hacer?

  • Permitir al niño disfrutar de su tiempo libre, fomentando la libre exploración
  • Reconocer y reforzar los logros o conductas positivas del niño de manera cotidiana
  • Al intentar corregir una conducta inadecuada, indicar lo negativo del comportamiento sin criticar o juzgar al niño de manera global (no calificativos negativos)
  • Cuidar los mensajes que se transmiten al niño, intentando evitar aquellos que puedan transmitir descalificación
  • Mantener expectativas adecuadas y realistas sobre lo que se quiere del niño. No ponerle metas demasiado elevadas o exigentes, sino motivarlo a conseguir pequeños objetivos de manera progresiva.
  • Los niños imitan, por esto es importante cuidar las conductas que muestran los adultos a su alrededor. Busca ser congruente con lo que le pides al niño y lo que haces a fin de enseñar con el ejemplo.
  • Permitirle realizar pequeñas tareas o resolver ciertas dificultades que se le presenten por su cuenta.
  • Bríndale espacios o momentos del día donde pueda estar a solas, teniendo al adulto a cierta distancia.
  • Emplea mensajes y conductas a partir de las cuales ayudes a fortalecer su seguridad y confianza (“tu puedes”, “así se hace”, “inténtalo, lo lograrás”, etc.)
  • Mantén una comunicación fluida con el niño, conversa con el no solo acerca de lo positivo, sino también de aquellas situaciones que generan malestar o inseguridad.
  • Permite que tome pequeñas decisiones en casa, principalmente en relación a aquello que le corresponde directamente (su cuarto, sus juguetes, sus juegos, su ropa, etc.)
  • Evitar emplear mensajes donde se compare al niño con otras personas

Tener en mente:
  • Equivocarse es natural y necesario para crecer
  •  Hacer algo negativo no te hace una persona mala o menos capaz
  •  Pensar en los demás esta bien, pero preocuparse por uno mismo es importante
  •  Cada día brinda una nueva oportunidad para seguir mejorando

María Paz Cardó
Psicóloga-Psicoterapeuta


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